El hijo puta les tiene trabajando de sol a sol en el nuevo jardín de su casa. Pues no sale el muy señoritingo de David Pool to guapete con sombrero, gafas de sol, camisa limpia y pantaloncitos cortos mientros ellos están empapados en sudor. Ni un puto refresco que les ofrece el muy cabrón. Se lo debe estar pasando de puta madre corriendo las cortinas de las ventanas para espiar a dos obreros de buen ver, ahí cómodamente cascándose una paja mientras mira sus torsos desnudos y lo apretados que les quedan los vaqueros por el culo y el paquete.
Qué va, lo único que hace es salir a preguntar cuánto van a tardar en tenerlo todo listo. Axel Max coge la carretilla y pasa de su cara, pero Viktor Rom empieza a calentarse y saca pecho, que de pectorales anda sobrado y se encara a él de la manera que mejor sabe, desabrochándose el botó de los pantalones, corriendo la cremallera de la bragueta hacia abajo y destapando las solapas de los vaqueros como el que despelleja un plátano, enseñándole toda su gordísima banana morena colgando y detrás de ella dos poderosísimos huevazos meneándose.
Axel se rie por la osadía de su compa de curro y también se anima a sacarse la chorra. Se pone contento observando a Viktor tomar el control, agarrando a ese capullo por el cullo y haciéndole que se arrodille para comérsela entera. El señorito va a tener un dos por uno. Viktor anima a Axel a acercarse. Con esa pija larga que tiene, sería un desperdicio que jugase con ella a solas apartado y mirando.
David no puede despegarse de la exquisita pollaza de Viktor, gruesa, lubricadita, un rabaco rellena bocas. Hasta que mira la de Axel, que de estar flácida, empieza a crecer de forma desmedida. Se la chupa para sentirla crecer dentro de su boca y acaba comiéndosela a bocados y mastubándola con una mano porque es demasiado larga para hacerlo solo entre sus labios.
Chupa que te chupa, los dos obreros van consumando su venganza. Ya le tienen hecho un bocadillo de rabos. Mire a un lado o a otro tiene una buena mazorca para mamar. Con las pijas bien cuidadas, Axel y Viktor se dan el lujo de morrearse. Ellos son muy de lanzar piropos desde el andamio, lo que se estilaba antes, pero tampoco le hacen ascos a un tio atractivo, guapo y vergón. Saben reconocerse entre ellos dentro del mismo gremio.
Tras varios minutos dándole de comer rabo, los tiene completamente duros y el señor de la casa ha perdido el sombrero y hasta la dignidad. Qué diría la señora si llega y ve a su maridito de rodillas comiéndose dos pollas enormes. Bueno, a lo mejor hasta se unía de la pintaza rica que tienen. David pierde la ropa. Sin tiempo para entrar a la casa y dejarla dentro, la apoya contra los bloques de hormigón. Axel y Viktor también se han quitado la poca ropa que les quedaba encima. Les pide que no se quiten los cascos, por eso del morbo. La idea de ser follado por obreros es una de sus fantasías.
El más fuerte le abraza por detrás y le levanta en volandas, todo para que Axel le coma el culo. Cuando le vuelve a dejar en el suelo, David ya sabe lo que toca, dedos a la lengua, un poco de saliva, dedos de nuevo a la raja del culo y a impregnar de babas el culete. El tio buenorro de la polla larga es el primero en clavársela por detrás. Ale machote, pon a trabajar ese cuerpazo musculoso y fibradito quemado por el sol.
Por delante Viktor le da de comer polla. Media vuelta. Ahora te agachas para el otro lado que si te lo has pasado bomba probando rabo largo, ahora te ha tocado el gordo. Ese duele más, puede sentir cómo se le desgarran las paredes del ano. Viktor le arrolla el ojete con su enorme pollón con un doble motivo, uno porque lleva demasiadas horas sin meterla en un agujero caliente y el otro simplemente por joder a ese cabrón explotador.
“¿Quieres imaginar cómo van a crecer los tallos de fuertes y robustos en tu nuevo jardín?”, le pregunta Viktor. No espera respuesta. Coge sus vaqueros, los pone a modo de toalla en el suelo, se sienta encima para no dañarse su enorme culazo de empotrador, se tumba, inclina su polla hacia arriba dejándola en vertical y espera a que David haca una sentadilla clavándosela a pelo.
A esas horas y con ese nivel de vicio, las hormonas de Axel están a tope. No puede esperar a que llegue de nuevo su turno, así que se arrodilla detrás del señor de la casa, separa un poco las piernas de Viktor para hacerse un hueco y desliza su larga picha por encima de la del maestro de obras metiendo doble rabo a ese negrero. Con la fricción, la polla de Viktor se escapa del agujero y sin querer roza la huevera de su colega. A Axel le da gustito y tiene que sacarla porque si no se corre. Es lo que tiene hacer cosas juntos. Fuego amigo.
Tras el desliz, se vuelven a despachar su culo a dobles. Polla fina, polla gorda, su culazo repleto de rabos. Antes de que se oculte el sol, quiere ver el cemento de sus pollas. Más bien tragárselo. Montado sobre la verga de Viktor y bien cubierto, pajea la chorra del tio guapo de Axel a toda velocidad obteniendo toda su leche. De nuevo en medio de esos dos tiarrones, coge la polla gorda de Viktor y se la mama y pela hasta que le hace correrse. No la saca de su boca, al contrario, aprovecha y la hunde hasta su garganta, sintiendo cómo el semen pasa por ella. Lechazos ricos, espesos y abundantes.
Cuando la saca de su boca, los lefotes resbalan por la comisura y por su barba, le cuelgan por la barbilla y caen al suelo cimentado. Él ya está alimentado, pero ahora les toca a los currelas ir a casa a cenar. David ve cómo se alejan con las pollas corridas colgando, sintiendo su sueño cumplido pero quiedándose con ganas de repetir. Antes de irse Axel y Viktor lanzan sus cascos al suelo cerca de él en señal de protesta. Ahí te quedas, como una buena zorrita.