Me gusta el olor a macho que va impregnando el gym a medida que pasa el día, hasta alcanzar su fulgor en la tarde, cuando entre tantos tios y con tanta calor, algunos empiezan a quitarse las camisetas mientras siguen dando derechazos al saco colgado del techo, los rabos dejan de encogerse como cacahuetes por el frío y retozan libremente estampándose contra los boxer.
Me gusta quedarme hasta tarde, de los últimos, salir de las duchas y ver que todavía algunos rezagados siguen dándole duro al cuerpo, forjando nuevas amistades. El nuevo chavalito, Rodion Taxa, es un caramelito en dulce. He escuchado a muchos en los vestuarios elogiando su carita aniñada de guaperas y que si no fueran heteros le joderían el culo hasta llenárselo de leche.
En los vestuarios se dicen cosas tan guarras que a veces tengo que salir antes de la ducha para esconder mi empalmada. Hoy es uno de esos días. El cabrón de Titus Snow parece que se ha llevado al jovenzuelo al huerto. Cuando salgo está de rodillas, chupando con ganas la enorme, gorda y venosa polla del chavalín, que se lo tenía bien calladito.
Le da la vuelta, masajeándole el agujero del culo con un dedo. Se levanta, se la mete a pelo por detrás y se pega a su cuerpo. Entre los dos bailan al unísino en una danza que me la vuelve a poner durísima, porque cada vez que se la mete, veo cómo la picha larga y amorcillada de Rodion se mece entre sus piernas.
Busco un hueco entre las máquinas del gym para pajeármela bien a gusto. El cabronzuelo no deja de tragar polla a pelo. Sentados en la pelota, a cuatro patas sobre el piso, esnifando el olor a zapas y calcetos de las decenas de tios que han ido pasando por allí.
Rodion se sienta sobre sus talones. Titus se pone de pie y se pajea la polla con el cipote apuntando a la lengua que el chaval saca por fuera. En el fragor de la corrida apunta mal y le baña la cara de leche. Rodion se pone cachondo saboreando la lefa, se zurce su lustrosa picha y se deja un bonito rastro blanco sobre el bajo vientre. Se meten en los vestuarios. Me acerco al lugar donde han estado follando. Pongo mi cara a ras del suelo con olor a pies y lefa reseca. Me corro.